Con un tercio de la población que vive con menos de dos dólares al día y la mitad de la población vive con menos de un dólar al día según la UNESCO, Haití es indudablemente uno de los países más pobres del mundo. Una serie de crisis políticas desde la década de 1980 y una caótica situación económica han contribuido a este estado de cosas. La tasa de desempleo es de las más altas de la subregión caribeña. Ya aquejado por estos problemas, Haití fue sacudido por un poderoso terremoto en enero de 2010, que causó grandes pérdidas de vidas y bienes y paralizó el país durante los seis meses.
Su grave impacto económico y el hecho de que la educación fue uno de los sectores más afectados significan que las necesidades de alfabetización y formación de los adultos siguen siendo significativas a lo largo de los años. Existe el peligro de que los esfuerzos realizados para aumentar la alfabetización, que no se consideró una prioridad, ciertamente se han ralentizado y esto ha puesto al país en grave riesgo de no alcanzar su objetivo de reducir a la mitad la tasa de analfabetismo de adultos para 2030. En este contexto , No sorprende que el sistema educativo haya sufrido mucho en los últimos años. El sistema, que está dominado por el sector privado -casi el 90% de las escuelas son administradas en privado- no proporciona acceso a la educación para todos y es uno de los menos efectivos en el continente. Hasta ahora, tenemos 465,000 niños fuera de la escuela en Haití según la Encuesta Demográfica y de Salud. Estamos en una situación desesperada y, a menos que la comunidad mundial presente algunas soluciones, continuará deteriorándose.
A pesar de las mejoras en la matrícula y el compromiso del gobierno de Haití para fortalecer la educación pública, los desafíos en el financiamiento, la capacitación de maestros y el acceso siguen siendo frecuentes, particularmente el dominio de la infraestructura escolar. Estos problemas ponen a una generación de jóvenes haitianos en riesgo de no recibir los conocimientos y las habilidades básicas necesarias para tener éxito en la fuerza de trabajo. En la Copa Mundial de la Diáspora, creemos firmemente que somos parte de la solución con nuestro proyecto global de construcción de escuelas. Esperamos que se tome el tiempo para explorar nuestro sitio sobre cómo involucrarse y ser parte de nuestro movimiento.
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